Compartir la Luz

Hu-Song, un filósofo oriental, contó una historia a sus estudiantes:

“Varios hombres habían quedado encerrados en una oscura caverna donde no podían ver casi nada. Pasó algún tiempo y uno de ellos logró encender una antorcha pequeñita. De todos modos, la luz que daba era tan escasa que a duras penas dejaba ver algo.

Al hombre, a pesar de su decepción, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás prendiera su propia antorcha. Así, compartiendo la llama con todos, la caverna se iluminó”.

Uno de los discípulos preguntó a Hu-Song: "¿Qué nos enseña este relato maestro?". A lo que Hu-Song contestó: "Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el prójimo. Y también nos dice que al compartirla, nuestra luz no se desvanece sino que, por el contrario, crece”.
Supongamos que estamos en las misma condiciones. Somos nosotros quienes estamos atrapados en la oscura cueva y hemos logrado encontrar una luz: La Luz de Cristo. Si compartimos esa Luz, pronto, la caverna se llenará de esa luz; y no sólo eso, con esa luz se va la desesperación y viene la esperanza.



En este Año de la Fe, es mucho lo que podemos hacer por compartirla. Desde una sonrisa hasta una ofrenda sincera; un saludo amable, una palabra de aliento, una buena acción, evitar una discusión innecesaria, compartir nuestro tiempo, esfuerzo o cooperación; todo cuenta.



“La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz” - Proverbio escocés.



1 comentario:

  1. Bendiciones!
    Estas celebraciones del tiempo de Semana Santa fueron un encuentro palpable con nuestro Padre Bueno.

    La Comunidad de Ciudad Bolívar lo vive con mucho amor.

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